¿Buga tu qué?

¡Vaya! de Efraín Huerta a Buga tu abuela en sólo unos cuantos scrolls. Sin embargo, es por una buena causa.

Hace poco conocí a Elena  y coincidimos en muchas cosas. Una de ellas es nuestra inconformidad con la existencia de una página como BTA! porque entre muchas de las cosas cuestionables de su contenido— siguen promoviendo los estereotipos, tanto de maneras de vivir la sexualidad como de las relaciones. Por eso, Elena me motivó a unirme a esta comunidad bloguera para compartir mis experiencias en el hermoso mundo lésbico y tratar de traer un poco de luz a esto que aún seguimos descubriendo y construyendo.

He propuesto una dinámica en la que tomamos un típico post de BTA (aquí una mejor descripción) y cada quien lo re-escribió a su manera. Yo lo hice desde el humor y la ironía y lo pueden leer a continuación: ¡Te reto olvidar a tu ex en 31 días!

Sin embargo, en una plática posterior con Elena y al leer su entrada, me quedé con un sentimiento de que podría compartir más y dejar de ocultarme detrás de la ironía, como siempre lo hago. Entonces la parte seria va a continuación.

Mis rupturas siempre han sido difíciles. Primero por ser una novata y no saber qué hacer con toda esa ausencia y hasta culpa— con la que uno se queda. Luego, porque no entendía cómo una relación tan buena tenía que terminar y la última por no saber poner límites a tiempo. Siempre han sido una sacudida y más allá de que las relaciones se rompan, lo que más se ha roto en mí han sido los esquemas.  Con cada una de ellas he aprendido cosas muy valiosas sobre mí y que de alguna otra manera tal vez jamás hubiera conocido. A no cargar con culpas, a soltar lo que te hace daño, a no construir castillos en el aire, a vivir el presente, a poner límites y saber que ser demasiado tolerante también es un defecto, por mencionar algunas.

En la separación que más me costó bajé 8 kilos en 2 meses, lloraba todas las noches, no tenía hambre e incluso mi ciclo menstrual se alteró. Obviamente estaba somatizando toda la tristeza y la frustración que sentía. Era como si mi cuerpo rechazara la vida así o como si se estuviera re-adaptando para la vida así. Esa temporada pasé mucho tiempo sola y necesité todo ese tiempo para que todas las emociones pasaran por mi. No me forcé a no sentirme triste porque en el fondo sabía que no me iba a sentir así por siempre y creo que en mí, la tristeza así fue solamente el shock que vino de saber que todas las cosas increíbles que estaba viviendo y sintiendo ya no podían seguir sucediendo, al menos no de la manera que yo esperaba.

Ya han pasado 2 años de eso y aún sigo descubriendo nuevas cosas. Creo que pude haberlo tomado de una manera diferente, mucho más tranquila, mucho más confiada del amor que construimos y que de alguna manera fue la base para tomar la decisión de separarnos y dedicarnos a crecer personal y profesionalmente.

Sí, a veces el amor no es suficiente para mantener una relación pero tampoco es dependiente de la etiqueta que tenga esa relación.




Comentarios

  1. De alguna manera creo que es un proceso lento y tortuoso por el que todos tenemos que pasar para poder saber que es lo que significa una relación y que implica eso de compartir.

    El buen señor Cerati cantaba que "poder decir adiós es crecer"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El Señor Cerati*... así es... decir adiós y tal vez también decir hola de nuevo :)

      Eliminar

Publicar un comentario