Breaking bad o la ciencia del cambio

Nos dejaron escribir un ensayo sobre cualquier tema en la U y pasé una semana pensando qué tema elegir. Al último momento decidí escribir sobre Breaking bad. Desde que terminó la serie quise escribir algo pero jamás lo concreté y pensé que hacerlo para un trabajo de mi segunda carrera cerraría bien el círculo. 

Hay un meme que me gusta mucho. Se refiere a una de las muchas salidas que pudo haber tomado Walt, pero no. Finalmente, en toda decisión y en todo actuar se gana y se pierde algo al mismo tiempo, ¿no?



Breaking bad o la ciencia del cambio

En 1785 Lavoisier publicó en Francia una de las leyes más importantes dentro de las ciencias naturales, proponiendo que “la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. Poco más de 200 años después, Vince Gilligan en Estados Unidos retomó este enunciado y lo convirtió en el eje central del primer episodio de Breaking Bad.

En una de las primeras escenas vemos al personaje principal, Walter White, un maestro de química bonachón venido a menos, explicando -sin éxito- esta característica de la materia a sus estudiantes de preparatoria. Más adelante, Mr. White se entera que tiene cáncer de pulmón y hacia el final del episodio podemos ver cómo decide poner fin a la aparente linealidad que había tenido su vida hasta ese momento. Posteriormente le propone a un ex-alumno que cocinen metanfetamina juntos, esto, después de haber acompañado a su cuñado, un importante agente de la DEA (Drug Enforcement Administration, agencia antidroga estadounidense) a una redada.

Tanto en español como en inglés, el título de la serie puede tener dos interpretaciones. La primera, partiendo del significado directo en inglés o de la traducción literal en español, sería rompiendo (el) mal (añadiendo en español el artículo que se ahorra en inglés). La segunda traducción sería a partir de la otra acepción del verbo break que en español sería destruirse o desmoronarse, para entonces obtener destruyéndose mal.

De la primera traducción podemos decir que tras el título hay una intención de analizar al mal minuciosamente rompiéndolo en partes más pequeñas y ver cuáles y cómo son. La segunda traducción habla de un punto de inflexión desafortunado, del decaimiento de algo o alguien. Se puede intuir cierta complementariedad de las interpretaciones. En muchos casos, la destrucción está rodeada de malas condiciones.

Tampoco es una coincidencia que el verbo en el título original esté conjugado en presente continuo. Tanto la búsqueda de la composición del mal como el desmoronamiento son acciones que suceden sin interrupciones.  

En un momento más adelante en la historia vemos el surgimiento del alter ego de Mr. White: Heisenberg. Éste, a diferencia de su gestor, hace las cosas sin miedo, sin remordimientos, asume el nuevo poder que tiene en sus manos y con el, todas las consecuencias que eso conlleva. Muy probablemente, Mr. White eligió este nombre para hacer honor al
“principio de incertidumbre” propuesto, precisamente, por el físico alemán W. Heisenberg en 1925 y que habla sobre una incapacidad para determinar al mismo tiempo la posición y la velocidad de una partícula. En la física cuántica, esto se refiere a las partículas subatómicas y en la serie, a la incapacidad de pensar en Mr. White sin considerar a Heisenberg y viceversa.

Esta ambivalencia se repite a lo largo de la historia. No sólo con Mr. White y Heisenberg, sino también con otros personajes como Jesse y Gus Fring. Dicha ambivalencia es más sutil, casi imperceptible y la podemos encontrar en elementos dentro de la composición de las escenas, como las tomas simétricas pero contrastantes. Por ejemplo, el osito que cae del avión con la mitad de la cara quemada, la cara de Gus después de la visita a Don Salamanca en el asilo y la cara de Jesse dentro de la jaula después de haber sido capturado y torturado por el grupo de neo-nazi.

Tanto Lavoisier como Gilligan hablan de la mutabilidad. El primero, haciendo referencia a la materia y el segundo, a la esencia del ser.

Es evidente que Gilligan, atendiendo a esta ley genera una propuesta sobre la naturaleza del hombre y con esto intenta responder una de las más grandes preguntas de la humanidad: ¿es el hombre bueno o malo de nacimiento?  Y la respuesta es clara hacia el final de Breaking bad: el hombre es bueno y malo al mismo tiempo y  de hecho serpentea entre estas dos maneras de ser.

Sin embargo se puede ver también que, no sólo existe la ambivalencia, sino una n-valencia. Es decir, que hay más de dos estados o formas de ser y entre cada una de ellas hay una serie de etapas imperceptibles, intangibles  y ambiguas compuestas por una miríada de fracciones mucho más pequeñas indispensables para ir hacia uno u otro lado.

Así como el agua del mar se evapora y se condensa en nubes y luego, nuevamente se precipita y regresa al mar, así también, la naturaleza mutable en el hombre.

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